Los traductores, como en todas las profesiones, somos prototípicos. Si conocéis a algún traductor nunca lo separéis de estos objetos en sus días de trabajo:
- Un ordenador: Pieza clave y básica para la traducción hoy en día. Además, no vale cualquier ordenador sino uno equipado con todos aquellos programas necesarios así como una buena conexión a internet.
- Diccionarios: No digo uno, sino muchos. A pesar del avance de las tecnologías, seguimos empleando diccionarios en papel.
- Un reloj: Debido a los plazos ajustados y la importancia de cumplirlos.
- Una agenda: Con el mismo fin que el anterior.
- Un teléfono: Siempre son necesarias llamadas de última hora. Además, los servicios de mensajería instantánea de los nuevos teléfonos pueden ayudar a consultar dudas.
- Un buen libro: Para los ratos de descanso.
¡Espero que os identifiquéis y os haga sonreír traductores!
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