sábado, 2 de junio de 2012

Adaptaciones culturales de canciones: nuevo reto

Hoy propongo otro reto a mis lectores, esta vez se trata de música. «Intentad traducir una canción de Sabina, adaptarla a la cultura de destino», fue una frase más de una clase de Traducción especializada, sólo una propuesta pero que me hizo pensar y se me quedó grabada. En efecto, aquellas canciones que tanto se han escuchado en la historia de nuestro país, son un montón de referencias culturales. Tres años después, empiezo a escuchar a un grupo catalán, y un día por casualidad, descubro que tienen una versión adaptada a Barcelona de conocida canción en lengua inglesa. En ella, cambian los lugares (un supermercado por el Mercado de Gracia), el tipo de bebidas, etc. Aunque estamos acostumbrados a las versiones de canciones, no es tan común la adaptación cultural, ya difícil en otros ámbitos donde está más extendida. Uno de esos ámbitos es la literatura y un ejemplo de esto son las traducciones de los libros de los autores chicanos. Por ejemplo, el conocido libro de Sandra Cisneros traducido por Liliana Valenzuela, que mantiene las referencias culturales.

A continuación, he elegido un fragmento de una canción con referencias culturales y voy a realizar una propuesta de adaptación al castellano. En concreto voy a intentar que el locale (y sí, ya sabéis con que lo voy a enlazar al utilizar esta palabra) sea el de Salamanca, Castilla y León. He elegido esta ciudad simplemente porque la conozco bastante bien puesto que he vivido cuatro en ella. La canción de origen es una conocida canción italiana:

Dejadnos cantar,
con la bandurria en mano
dejadnos cantar
somos la tuna Arcano

(…) Buenos días Salamanca que no se asusta,
con el hornazo siempre a la venta,
con los vestidos charros brillantes
y las maletas de los estudiantes

Y finalmente, voy a hablar del locale, todo esto también se puede aplicar a la informática: la localización necesita una adaptación previa, la internacialización. Se deben adaptar muchos aspectos como formato de números, fechas, caracteres que no se visualizan, programa que se bloquea por la diferencia de espacio, texto cortado, etc. Como conclusión, podemos observar que los traductores y localizadores somos esto, adaptadores culturales. Por ello, es importante conocer las culturas de los países donde se hablan nuestras lenguas de trabajo. Gracias a esto, nuestra labor es muy interesante y cobra mucha importancia. Con esto me despido por hoy, os animo a crear a versiones de canciones o a intentar adivinar cuál es la canción que he adaptado.

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